Túnez es la capital del país homónimo. Se sitúa al norte de África, en la costa mediterránea. Y aunque en los últimos años se ha creado un halo de inseguridad en los turistas, es una ciudad firme. Donde los habitantes se caracterizan por su mentalidad abierta y moderna. La ciudad tiene un marcado carácter exótico, muy atractivo para los visitantes. Mostrando contrastes naturales y culturales. A lo que se suma la herencia de cartagineses, romanos y árabes que han esparcido su legado por todo el territorio.
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Es el destino ideal gracias a su clima favorable durante todo el año. Dependiendo del propósito de tus vacaciones, podrás elegir la fecha que mejor se adapte. Si quieres saber cuándo visitar Túnez, pon ateción a los siguientes datos: los inviernos son suaves, con temperaturas de 10 ºC, y los veranos sofocantes, pudiendo alcanzar los 40 ºC. Por ello, para planes que incluyan visitas a monumentos y excursiones es preferible evitar los meses de junio a agosto. Las temperaturas son más elevadas, adecuándose más a planes de playa y sol. Las estaciones más benignas para visitar Túnez son primavera y otoño, con temperaturas moderadas y menor gentío. Por todo esto, prepara tu maleta teniendo en cuenta el pronóstico del tiempo
Existen múltiples razones para visitar Túnez. El patrimonio arqueológico, las medinas, la tradición artesanal, la amabilidad del pueblo tunecino o su gastronomía. Es una ciudad de fusión, donde el legado es resultado de la coexistencia de varias culturas. De ahí su riqueza histórica que da cobijo a restos púnicos y romanos, como el Museo Nacional del Bardo. Otro de sus atractivos es el contraste entre desierto y playa del país. Podrás realizar excursiones por el Sáhara y disfrutar de deportes acuáticos en las islas. Además, la conexión de vuelos de Madrid a Túnez es directa, con trayectos de apenas dos horas. ¿Te gustaría conocer este fascinante entorno?
Algunas ideas de lo que puedes hacer al viajar a Túnez son las que, a continuación, te presentamos:
¡Disfruta de la aventura!
Si hay algo que caracterice a la gastronomía tunecina es, sin duda, la dieta mediterránea. Una cocina en la que predominan el aceite de oliva, las especias y las verduras. Cuenta también con influencias de otras tradiciones culinarias, como la judía y la bereber. A estos últimos les deben el cuscús, plato nacional árabe, elaborado a base de sémola de trigo con cordero, pollo o pescado.
En su nutrición hay hueco para las ensaladas, siendo la mechouia y la tounsya las más comunes. Elaboradas a base de pimientos asados dulces y picantes, mezclados con tomate y aceite de oliva.
Carnes y verduras son grandes presentes en los platos de Túnez. Destacan los deliciosos tajines, pasteles gratinados a base de carne y verdura. La meloukhia, guiso de carne de cordero estofada con salsa verde. O los briks, rollos de harina fina rellenos de carne, pollo o atún.
Los postres tunecinos emplean dátiles, miel y frutos secos, mayormente. El masfuf y el makrouhd son postres que utilizan estos ingredientes, obteniendo como resultado auténticos manjares. Obligado terminar la comida con un té a la menta, bebida nacional árabe.
Seguro que estás deseando conseguir un vuelo de Barcelona a Túnez para probar este festival de sabores para tu paladar.