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Vuelo y Hotel en Melilla

Viajar a Melilla

Presentación de la ciudad de Melilla

Melilla es una gran desconocida dentro del territorio español, en parte por su ubicación al otro lado del Mediterráneo. Pero, esta localización geográfica en la costa africana, justo en el corazón del Rif, es uno de sus encantos por descubrir. Un reclamo que se une a la particularidad de su tradición culinaria, una fusión perfecta entre la gastronomía típica de las principales culturas que conviven en la ciudad autónoma, uniendo lo mejor de la cocina hebrea, la musulmana y la cristiana.

Clima y cocina se suman a la arquitectura, que en Melilla tienen dos focos de atención, la de su conjunto histórico en Melilla La Vieja y la de sus más de 500 edificios de corte modernista. De hecho, la ciudad autónoma está a la altura de la Ciudad Condal en lo que a arquitectura modernista se refiere. Reserva un vuelo de Barcelona a Melilla y podrás comprobarlo por ti mismo al comparar, por ejemplo, el edificio de La Reconquista con la Casa Lleó Morera.

¿Qué hacer un fin de semana en Melilla?

Melilla es el destino perfecto para hacer una escapada de fin de semana. Muchos paquetes vacacionales en Melilla incluyen rutas por la costa rifeña, por lo que, además de descubrir un rincón de España bastante desconocido, es posible realizar excursiones a la vecina Marruecos. Una ruta que comienza, normalmente, en Melilla La Vieja, para continuar por el resto de la ciudad antigua, totalmente restaurada, que alberga locales de ocio con vistas al mar de Alborán.

Melilla La Vieja contiene, también, los cañones del Levantamiento del Sitio, con los que, según los historiadores, se dispararon los proyectiles que fijaron los límites de la ciudad. El día se puede concluir con una visita a las vecinas Cuevas del Conventico, al museo de Arte Sacro y unas copas en algún pub exclusivo del puerto deportivo Noray. Aunque conviene reservar fuerzas para completar el fin de semana paseando por la vecina ciudad marroquí de Nador. ¡No esperes más para visitar Melilla!

¿Por qué unas vacaciones en Melilla?

No faltan razones para visitar Melilla. Sus mercadillos, que nada tienen que envidiar a sus vecinos marroquíes, están repletos de gangas y verdaderos chollos. Su cultura es apasionante y en ella convergen costumbres y fiestas tan variadas como la Semana Santa, el Eid al-Adha, el Rosh Hashana y el Diwali. Un calendario multicultural propio de un crisol de culturas tan diverso como lo fue la antigua Rusadir. Primer nombre conocido de Melilla.

Aunque el verdadero reclamo de la ciudad autónoma es su ruta modernista, compuesta por cientos de monumentos arquitectónicos repartidos por todo el núcleo urbano. Obras de arte levantadas por uno de los alumnos más prolíficos de Gaudí, Enric Nieto, que exportó, a principios del siglo XX, el modernismo desde Cataluña. De esa época datan los edificios más importantes de la ciudad: el palacio de la Asamblea, la Cámara de Comercio, Casa Melul, la casa de los Cristales o Casa Tortosa, entre muchos otros. Reserva un paquete vacacional en Melilla.

¿Qué comer en Melilla?

La cocina melillense es, cuando menos, exótica. Una gastronomía influenciada directamente por la tradición culinaria rifeña con su toque bereber. Además, como buena ciudad costera, tampoco falta el pescado y el marisco en los restaurantes locales, donde pueden saborearse especialidades propias de las diferentes culturas que conviven en Melilla: pinchos morunos, samosas, carne encebollada, cazuela de rape, cocido de garbanzos con mero, tortilla de colores, arroz al horno, pastela, etc.

Aunque si hay un ejemplo gastronómico de la diversidad cultural melillense, ese es el guiso de las cuatro comunidades, en clara alusión a las cuatro culturas principales que conviven en Melilla: la hindú, la hebrea, la musulmana y la cristiana. Se trata de un plato que encaja perfectamente en las costumbres culinarias de estas cuatro comunidades, así como en sus obligaciones religiosas. De postre, un clásico melillense: un vaso de té con hierbabuena acompañado de un pañuelo dulce. ¡Ven a Melilla a degustarlos!

¿Qué comprar en Melilla?

Viajar a Melilla es la excusa perfecta para ir de compras, especialmente si el itinerario incluye una visita relámpago al país vecino. Nador se encuentra a poco menos de una hora de Melilla, con un coste aproximado de 50 céntimos en los taxis que esperan junto a la frontera. Sin duda, el trayecto es una experiencia que prepara al visitante para adentrarse en su vertiginoso zoco, con decenas de callejuelas repletas de comercios.

Un detalle a tener en cuenta es que el regateo es una práctica casi obligada en Nador. Y, aunque menos, también es típico en Melilla, concretamente en los negocios del Ánfora, donde se pueden comprar prendas tradicionales, cerámica, complementos y souvenirs propios de la región. Para descubrirlo, basta con reservar un vuelo de Madrid a Melilla y entrar al divertido juego del regateo por una chilaba o unas zapatillas bordadas.