Lisboa es una de esas ciudades con encanto y personalidad únicas. En ella se mezcla la modernidad de sus puentes con la tradición de sus tranvías, lo que crea una experiencia fascinante en el viajero. Y es que se trata de la segunda capital más antigua de Europa, solo superada por Atenas.
Desde la Alfama a Belém, pasando por la Baixa, el Chiado y el Barrio Alto, la capital portuguesa es una ciudad que enamora por sus contrastes, su maravilloso ambiente y su riqueza cultural. Una ventana marítima al mundo que ha sabido cautivar a quienes la visitan.
Pero esta presentación de Lisboa no puede acabar sin mencionar lo cómodo que resulta llegar desde España y descubrir que los españoles y los portugueses se entienden a la perfección. Y, además, que se trata de una ciudad bastante barata en todos los sentidos. Así que, si estás pensando en viajar a Lisboa, te encuentras ante una oportunidad única.
Un fin de semana en Lisboa es tiempo más que suficiente para conocer los principales emblemas de la ciudad. Lo ideal es comenzar un itinerario de tres días recorriendo el barrio de la Alfama, de origen musulmán. Es el más antiguo, ya que sobrevivió al terremoto de 1755 y es posible llegar a él mediante el tranvía nº 28. No dejes pasar la oportunidad y aprovecha para conocer este medio de transporte, otro de los principales encantos de la ciudad.
Después, emplea la tarde en recorrer La Baixa, Chiado y Barrio Alto, por ese orden. Estas tres zonas están unidas entre sí, por lo que las irás atravesando paulatinamente. Por el camino, no olvides hacer una parada en la Plaza del Comercio, el Arco de la Rua Augusta, el Elevador de Santa Justa y el Mirador de San Pedro de Alcántara.
Dedica el segundo día a hacer una excursión a la ciudad de Sintra, la cual parece sacada de un cuento de hadas. Podrás llegar fácilmente usando el tren de cercanías y, una vez allí, no olvides visitar el Palacio da Pena, la Quinta da Regaleira y el Palacio de Monserrate. Por fin, dedica el último día a conocer el barrio de Belém, el más alejado del centro histórico lisboeta. Hay que desplazarse un poco, pero el esfuerzo te será gratamente recompensado.
Es posible que no tengas claro cuándo visitar Lisboa. En realidad, cualquier momento es bueno para conocer esta cercana Ciudad de las Siete Colinas. No obstante, el hecho de que sea, junto a Madrid y Roma, una de las capitales más cálidas de Europa y de que presente un alto volumen de turistas en los meses de verano puede decantar la elección hacia la primavera y el otoño, sobre todo si lo que te planteas es una estancia breve.
Si quieres viajar a Lisboa en invierno, recuerda que, como en España, oscurece bastante pronto, lo que limita las horas diurnas de luz para visitar la ciudad sin perderte ningún detalle. Pese a ello, reservar vuelo + hotel en Lisboa en Navidad es algo que debes tratar de hacer, al menos, una vez en la vida. Te sorprenderá.
Pero, ¿cuáles son las principales razones para visitar Lisboa? Aquí te resumimos las principales:
Esta cuestión dependerá, fundamentalmente, de tus posibilidades. Los paquetes vacacionales de tres días en Lisboa brindan la posibilidad de conocer, aunque sea de forma breve, los principales puntos de interés de la ciudad sin apuros. Asimismo, cinco días es una cantidad de tiempo más acorde a lo que demanda una urbe como esta. Pero, si tienes tiempo, probablemente la mejor opción es una semana. Así podrás conocer todos sus encantos con calma y disfrutarlos a tu ritmo. ¡Anímate y pasa unas vacaciones de ensueño sin pasar horas y horas en un avión!
La capital de Portugal es una ciudad muy conocida por su deliciosa gastronomía. Si no sabes qué comer en Lisboa, aquí te dejamos unas excelentes sugerencias. La mejor opción es que empieces el día tomando un típico desayuno portugués, más conocido como “Galão", compuesto por un café con leche y un “bolinho", que no es otra cosa que un delicioso pastel de nata. Eso sí, a poder ser, trata de que te pongan un Pastel de Belém, que es el dulce típico de la ciudad. Para la merienda, nada mejor que una “sandes", un pan rústico relleno con jamón y queso, o una “torrada", que viene a ser una tostada con mantequilla.
Sin embargo, lo fuerte llega a la hora del almuerzo y de la cena. Si te gusta el pescado, prueba cualquiera de las recetas de bacalao que te ofrezcan, ya que es la auténtica especialidad de la ciudad. Las sardinas, el salmón y el atún también lo cocinan de forma exquisita. Respecto a las carnes, comprobarás que las recetas típicas portuguesas son bastante parecidas a las españolas y que, al igual que aquí, sienten predilección por el cerdo. Los caracoles también son muy populares. ¡La gastronomía es otro gran atractivo de Lisboa!
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