Katmandú, capital de Nepal, está situada a unos 1.400 metros de altitud en un valle en forma de cuenco, en el regazo del Himalaya central. Varios ríos atraviesan la ciudad, cuyo nombre proviene del término sánscrito "Kasthamandap" (refugio cubierto de madera), en referencia al templo construido en la ciudad en 1596, en el que no se utilizó clavos ni soportes de hierro.
Según la leyenda, el valle de Katmandú fue una vez un lago pero Manjushri cortó con su espada el desfiladero de Chobhar para liberar las aguas, haciendo el valle habitable.
Los Newars, la población autóctona del valle, desarrollaron un estilo propio de arquitectura, de la cual el templo estilo pagoda es la forma más emblemática. En los siglos IV a IX, los reyes Licchavi construyeron edificios hinduistas y budistas sagrados, pero fueron los reyes Malla, en los siglos XIII a XVIII, los que crearon el extraordinario entorno que podemos ver actualmente. De los exuberantes campos de arroz surgieron tres pequeñas ciudades: Katmandú, Bhaktapur y Latitpur, cada una centrada en un complejo de palacios con una plaza –durbar–llena de templos.
Viajar a Katmandú será una experiencia que, con seguridad, cambiará tu forma de apreciar las cosas.
¿Cuándo visitar Katmandú? La mejor época para viajar a Katmandú es en otoño, cuando los días son cálidos, los cielos están despejados y las vistas son impresionantes. Aunque, al ser temporada alta, hay más visitantes y los hoteles son más caros.
Enero y febrero pueden ser muy fríos, especialmente de noche, pero la recompensa es que los senderos están menos transitados y las vistas son increíbles.
El segundo mejor momento para visitar Katmandú y alrededores es en primavera, cuando el clima es cálido y los rododendros en flor lucen espectaculares.
La temporada baja es de junio a septiembre ya que coincide con el monzón, que trae lluvias, especialmente por la noche. Las nubes hacen que las vistas sobre las montañas no sean tan extraordinarias y algunas áreas de senderismo están cerradas. Pero, hay rutas abiertas que permiten hacer buenas excursiones y gozar del entorno, que en este momento del año está muy verde y colorido.
Decidas la fecha que decidas, puedes tener la seguridad de que el encanto de Katmandú siempre te acompañará.
Katmandú es una ciudad que impacta al viajero, despertando los sentidos. El olor del incienso y de las especias y el sonido de las campanas de los templos se mezclan con el omnipresente mantra om mani padme hum, mientras que, de fondo, el caos del tráfico impone su propio sonido y olor.
Caótica, hipnótica, fascinante. Así es Katmandú. Una ciudad que invita a vagar por sus mercados, callejones y bahals para gozar de su gente y de las maravillas arquitectónicas que parecen surgir en cada esquina. También aloja serenos rincones para revitalizarse y descansar del bullicio: amplias plazas, jardines escondidos o templos en tranquilas colinas, todos ellos lugares de calma en medio de la agitada vida de la ciudad.
El valle de Katmandú tiene siete conjuntos monumentales y edificios declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Compra ahora tu vuelo a Katmandú y ven a contemplar su valle desde la cima de una colina o a descubrir sus secretos mejor guardados.
Las razones para visitar Katmandú, como puedes comprobar, son muchas. Anímate
Hay muchas actividades para hacer en Katmandú. Aquí te presentamos unas cuantas que, seguro, podrás disfrutar:
Reserva ya tu vuelo de Madrid a Katmandú. Además de vivir las experiencias que te ofrece esta histórica ciudad, podrás hacer senderismo por el valle, escalada o ciclismo de montaña, en sobrecogedores paisajes.
Katmandú ha atraído a los aventureros del mundo durante décadas por lo que han surgido en sus calles restaurantes para satisfacer todos los paladares imaginables. Desde pizza a curry tailandés, barbacoas coreanas, sushi y muchos más platos de la cocina internacional.
Pero si te has decidido a comprar tus vuelos de Barcelona a Katmandú y quieres degustar cocina tradicional nepalí, los tres platos más característicos con los que te vas a encontrar son:
Reserva tu viaje a Katmandú y sumérgete en su cultura, tradiciones, historia y forma de vida. Será una experiencia que te acompañará toda tu vida.